Para la masa sablé:
- Harina de trigo 200 g
- Mantequilla fría 100 g (en cubos)
- Azúcar glas 50 g
- Huevo 1 ud
- Sal 1 pizca
- Esencia de vainilla (opcional)
Elaboración:
En un bol, mezclamos la harina con la mantequilla fría y desmenuzamos con los dedos hasta obtener una textura arenosa. Añadimos el azúcar glas, la sal y el huevo, mezclando hasta formar una masa homogénea. Envolvemos en film y refrigeramos 30 minutos.
Extendemos la masa con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta obtener un grosor de unos 3 mm. Forramos un molde de tarta bajo y refrigeramos mientras preparamos el relleno.
Para el relleno de albaricoque y miel de palma:
- Albaricoques 300 g (sin hueso, en mitades)
- Miel de palma 40 g
- Azúcar moreno 40 g
- Almendra molida 50 g
- Harina 10 g
- Mantequilla derretida 20 g
- Ralladura de limón ½ ud
- Tomillo fresco (opcional)
Elaboración:
Mezclamos la almendra molida con la harina y el azúcar moreno. Espolvoreamos esta mezcla sobre la base de la tarta para absorber los jugos de la fruta.
Colocamos las mitades de albaricoque con el corte hacia arriba, distribuyéndolos de manera uniforme. Regamos con la miel de palma y la mantequilla derretida, y añadimos ralladura de limón y unas hojas de tomillo fresco.
Horneado y presentación:
Horneamos la tarta a 180°C durante 30-35 minutos, hasta que la masa esté dorada y los albaricoques caramelizados. Dejamos templar antes de desmoldar.
Podemos espolvorear con almendras laminadas tostadas y servir con un poco de yogur griego o nata montada para un toque extra de cremosidad.
Si queremos un acabado más brillante, podemos pincelar los albaricoques con un poco de miel de palma tibia justo al sacarla del horno.