Mandarinas de Gran Canaria
Las mandarinas cultivadas en Gran Canaria son un reflejo del clima y el terreno únicos de la isla. Su cultivo se adapta perfectamente a las condiciones subtropicales y a la diversidad de variedades que se han asentado en la isla a lo largo de los años. Las mandarinas de Gran Canaria, apreciadas por su sabor y calidad, forman una parte importante de la agricultura local, ofreciendo frescura y dulzura en cada temporada.

Variedades de Mandarina en Gran Canaria
- Marisol: esta variedad destaca por su precocidad, ya que sus frutos están listos para ser recolectados desde finales de septiembre. Con una forma redonda y una piel de color naranja brillante, la marisol es conocida por su buen tamaño y la facilidad para pelarla. Aunque su sabor es jugoso y dulce, suele considerarse menos aromática que otras variedades.
- Clementina de Nules: conocida por su sabor dulce y su excelente aroma, la clementina de Nules es una de las más populares. Su piel, gruesa y rugosa, facilita su pelado, lo que la hace perfecta para consumir en fresco. Esta variedad es de temporada corta, y su recolección se realiza entre noviembre y enero, siendo especialmente apreciada en mercados locales y regionales.
- Clementina Fina: de tamaño pequeño y forma redonda, la clementina fina se distingue por su piel suave y fácil de quitar. Su sabor es notablemente dulce, y su jugosidad la convierte en una de las favoritas durante los meses de invierno, cuando se recolecta, entre noviembre y enero.
- Satsuma Okitsu: los frutos de esta variedad son grandes y ligeramente achatados. La satsuma Okitsu, que se cosecha a partir de septiembre, tiene una excelente resistencia al transporte y almacenamiento. Con una corteza fina y un sabor dulce y suave, esta variedad es ideal para exportación, dado su buen comportamiento en condiciones de almacenamiento.
- Ortanique: este híbrido de mandarina es un cruce entre la clementina y la naranja. Su fruta es de tamaño medio a grande, con una piel rugosa y una pulpa rica en zumo. Los frutos de la ortanique tienen un sabor extremadamente dulce y se recolectan a finales de invierno, lo que permite a los productores de Gran Canaria ofrecer mandarinas de calidad durante toda la temporada.
Estas variedades se cultivan en las zonas más fértiles de Gran Canaria, donde el suelo volcánico y las condiciones climáticas favorecen el crecimiento de frutas de calidad excepcional. La diversidad en las variedades cultivadas permite satisfacer la demanda de los consumidores durante todo el año, garantizando un producto local que se caracteriza por su frescura y su sabor natural.

¿Conoces esta receta?
Mousse gelificado de mandarina y lima.
La suavidad de una mousse aterciopelada se une al frescor vibrante de los cítricos para crear un postre equilibrado y sofisticado. Capas de texturas delicadas y un glaseado brillante convierten esta creación en una experiencia sensorial única, perfecta para sorprender con su sabor y presentación.